Se presenta el tercer informe anual sobre la aplicación del VII Programa de Medio Ambiente de la UE

Éste es el tercer informe sobre el estado de aplicación o no realizado a partir de 29 indicadores que permite valorar hasta qué punto los países de la Unión Europea están aprobando los deberes del VII Programa de Medio Ambiente “Vivir bien respetando los límites de nuestro planeta”, en vigencia desde 2013 hasta 2020.

¿Estamos haciendo bien los deberes en materia ambiental en la UE respecto a los objetivos que nos planteamos en 2013 mediante el VII Programa de medio ambiente?.

Recordemos que éste es el documento marco sobre el que se rigen las líneas que dan la dirección de las políticas ambientales de la Unión Europea y que propone objetivos con sus correspondientes indicadores para poder hacer un seguimiento sobre la aplicación del mismo.

El informe objeto de este post, titulado “Informe 2018 de indicadores ambientales” realizado por la Agencia Europea de Medio Ambiente examina hasta qué punto las 3 primeras grandes metas que se quieren alcanzar con el Programa se están logrando. De acuerdo con la Decisión nº 1386/2013/UE  de 20 de noviembre de 2013, relativa al Programa General de Acción de la Unión en materia de Medio Ambiente hasta 2020 «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta», los objetivos prioritarios del citado Programa son:

a) proteger, conservar y mejorar el capital natural de la Unión;

b) convertir a la Unión en una economía hipocarbónica, efi­ciente en el uso de los recursos, ecológica y competitiva;

c) proteger a los ciudadanos de la Unión frente a las presiones y riesgos medioambientales para la salud y el bienestar;

d) maximizar los beneficios de la legislación de medio ambiente de la Unión mejorando su aplicación;

e) mejorar la base de conocimientos e información de la polí­tica de medio ambiente de la Unión;

f) asegurar inversiones para la política en materia de clima y medio ambiente y abordar las externalidades medioambien­tales;

g) intensificar la integración medioambiental y la coherencia entre políticas;

h) aumentar la sostenibilidad de las ciudades de la Unión;

i) reforzar la eficacia de la Unión a la hora de afrontar los desafíos medioambientales y climáticos a nivel internacional.

Respecto a los objetivos del presente informe, se utilizan 29 indicadores para medir si llegamos o no a aplicar lo necesario para alcanzar los mismos, y que se reproducen a continuación (en la casilla de la derecha, aparecen los indicadores que parece que vamos a alcanzar satisfactoriamente en 2020):

Prioridad 1: Proteger, conservar y mejorar el capital natural de la UE.
Eutrofización de los ecosistemas terrestres por la contaminación del aire
Tierras agrícolas: balance de nitrógeno
Usos del suelo
Uso de los bosques: stock en crecimiento, incremento y talas
Población de peces y mariscos en los mares de Europa
Abundancia y distribución de especies seleccionadas: Pájaros y mariposas comunes
Especies protegidas en la UE
Hábitats protegidos en la UE
Estado de las aguas superficiales
Prioridad 2: Convertir la UE en una economía baja en carbono, eficiente en cuanto a recursos, verde y competitiva.
Productividad de los recursos
Generación de residuos en Europa (excluyendo los principales residuos minerales)- en términos absolutos y per cápita.
Reciclaje de residuos municipales
Usos del agua dulce
Tendencias y proyecciones en emisiones de gases de efecto invernadero
Proporción de las energías renovables en el consumo bruto de energía final.
Progresos en la eficiencia energética en Europa
Consumo de energía en el hogar
Emisiones de efecto invernadero provenientes de los transportes
Consumo de alimentos a base de proteínas animales
Proporción de fiscalidad ambiental y laboral sobre el total de ingresos fiscales
Bienes ambientales y servicios del sector: empleo y valor añadido comparado con el conjunto de la economía
Gastos para la protección del medio ambiente
Prioridad 3: Salvaguardar a los ciudadanos de la UE de las presiones y los riesgos ambientales para la salud y el bienestar  
Calidad del aire exterior en zonas urbanas
Emisiones de contaminación del aire (para el SO2,el NOx, las PM2,5 y el NMVOCs pero no para el NH3)
Calidad de las aguas de baño
Número de países que han adoptado estrategias/planes de acción de adaptación al cambio climático.
Exposición a la contaminación acústica
Consumo de químicos peligrosos
Total de ventas de pesticidas

Llegados a este punto, hay que advertir que este informe no profundiza sobre la incidencia de la aplicación de la normativa ambiental en el cumplimiento de los objetivos objeto de estudio.Así pues, globalmente, a fecha de hoy, no parece que la UE esté en condiciones de alcanzar las metas que se había propuesto para vivir bien sin superar los límites que el planeta puede sostener en el 2020.

Sobre esta cuestión, desde Terraqui se han publicado sendos post, por un lado, “El VII Programa de Acción de MA: la UE requiere una aplicación de la legislación ambiental mucho más eficiente, de 2014, y, por otro, “Informe 2017 del IMPEL: ¿Qué impide la aplicación efectiva de la normativa ambiental?”, de 2017, de los que cabe señalar que la dificultad en la aplicación de la legislación ambiental se explica por:

  • La falta de coordinación y la mejora de la comunicación entre autoridades, entidades, profesionales del sector para abordar las debilidades actualmente detectadas en el marco de la aplicación de la normativa ambiental.
  • La necesidad de diagnosticar mejor las dinámicas que existen en la implementación de la normativa ambiental para concretar las problemáticas y dar una respuesta más efectiva a las mismas.
  • Ampliar los recursos existentes tanto a nivel material como de personal resulta urgente si es que realmente se quiere abordar una mejora de la aplicación de la normativa ambiental.

No es ocioso advertir que cuando el propio programa alerta de la necesidad de aplicar correctamente la legislación ambiental para poder avanzar en los objetivos del marco del VII programa, lo que está reconociendo es, precisamente, su falta de cumplimiento. Consciente de dicho imponderable, la Comisión Europea publicó una Comunicación en enero de 2018 titulada “Acciones de la UE para mejorar el cumplimiento ambiental y la gobernanza.”

Para finalizar, además de las repercusiones sobre la salud y el medio ambiente, recordemos que, en un estudio realizado en 2011 encargado por la Comisión Europea: “Los costes de no aplicar el acervo ambiental” , se estimaba que, indicativamente, los costes de las brechas de implementación en relación con los objetivos legalmente vinculantes en ese momento, podrían rondar los 50 mil millones de euros anuales. Con lo cual, la no aplicación de la normativa ambiental acaba repercutiendo directamente sobre el conjunto de los ciudadanos europeos.

Pueden acceder al informe completo de la Agencia Europea de Medio Ambiente en este enlace.


terraqui@terraqui.com
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Comunicóloga, formadora y coach. Licenciada en Sociología por la UB (1997). Máster en Comunicación Científica, especializada en Biotecnología y Medio Ambiente por la Universidad Pompeu Fabra (2000) y Máster en Coaching Personal por la Escuela Coach Creativo (2009).

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