El Código de Medio Ambiente en Francia recopila las leyes relativas al medio ambiente. Y el pasado mes de febrero, las Cámaras legislativas francesas decidieron incluir la definición de economía circular en dicho Código. Un referente más que normaliza este concepto a nivel jurídico en la UE.
El 14 de octubre de 2014, el Parlamento Francés aprobaba el primer texto del proyecto de ley de Transición energética como respuesta a los desafíos que plantea el escenario actual de dependencia energética así como otros desafíos ambientales asociados. Lo comentamos en el post La obsolescencia programada y vulneración de la normativa de residuos, del pasado 20 de octubre de 2014.
El título IV de dicho proyecto de ley hace referencia explícita al objetivo de “Luchar contra el despilfarro y promover la economía circular”
La definición fue redactada del siguiente modo:
“Art. L. 110-1-1. – La transición hacia una economía circular llama a un consumo sobrio y responsable de los recursos naturales y de las materias primas primarias así como, en prioridad, un reempleo y una reutilización y, en su defecto, un reciclaje de los residuos, de las materias primas secundarias y de los productos. La promoción de la ecología industrial y de la concepción ecológica de los productos, el alargamiento de la durabilidad del ciclo de vida de los productos, la prevención de los residuos, de los contaminantes y de las substancias tóxicas, el tratamiento de los residuos respetando la jerarquía de los formas de tratamiento, la cooperación entre actores económicos a la escala territorial pertinente y el desarrollo de los valores de uso y a compartir y de la información sobre los costes ecológicos, económicos y sociales contribuyen a esta nueva prosperidad. »
Lo interesante es que a raíz de esta definición, el Parlamento decidió incluir también esta misma definición en el Código del Medio Ambiente francés proporcionando de este modo a la economía circular una entidad propia en el cuerpo vertebral de la legislación ambiental del país galo. Y el pasado 16 de febrero, el Senado también dio su aprobación al respecto, tal como lo cuenta el abogado ambiental Arnaud Gossement a través de un post para el Instituto de Economía Circular.
Aunque el Senado propuso algún matiz en la definición de economía circular, sobre el fondo no ha cambiado mucho y finalmente, según el procedimiento de toma de decisiones francés, será l’Assamblée Nationale (el Parlamento) quien finalmente tenga la última palabra al respecto, una vez se haya aprobado definitivamente la ley de Transición Energética.
El Parlamento y el Senado de Francia están actualmente acabando de discutir el proyecto de Ley de Transición Energética que está previsto que acabe de ser aprobada para el mes de junio. Hasta ahora ha habido consenso en casi todos los aspectos debatidos, sobre todo en los apartados relativos a residuos y eficiencia energética.
Respecto a los residuos, cabe destacar la promoción de una jerarquía en el uso de los recursos: el uso preferente de los recursos extraídos del reciclaje o de las fuentes renovables teniendo en cuenta el balance global de su ciclo de vida y luego el de los recursos reciclables y, finalmente, el del resto de recursos.
El punto más delicado en el que las fricciones entre grupos parlamentarios están siendo más acusadas está siendo en la toma de decisiones respecto a la energía nuclear y la eólica.