El pasado 28 de febrero, la Comisión presentó los primeros resultados acerca de las cuestiones a tener en cuenta para la revisión de la Directiva de relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, prevista para el cuarto trimestre de 2017. Esta revisión está incluida como parte de la implementación del Paquete de Economía Circular y como parte del programa REFIT.
La evaluación de la Directiva 98/83/CE del Consejo de 3 de noviembre de 1998, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano (DWD de ahora en adelante), forma parte del Programa de adecuación y eficacia de la reglamentación (REFIT) y del nuevo paquete de Economía Circular actualmente en discusión en el seno de la UE. Respecto al programa REFIT, la Comisión ya presentó el pasado 1 de diciembre de 2016 una primera evaluación que puede consultarse en este enlace.
La Comisión Europea, mediante dichos instrumentos, evalúa de este modo si la actual DWD sigue siendo adecuada para su finalidad.
Recordemos que se trata de la primera evaluación completa de la DWD desde que fuera aprobada en 1998. Supone también una de las acciones de seguimiento de la primera iniciativa de ciudadanos europeos (ECI) Right2Water en relación al derecho al agua y al saneamiento como derecho humano.
“Right to Water” señala que es urgente que, tanto desde la UE como desde los Estados Miembros, “se asegure que todos los habitantes disfruten del derecho al agua y al saneamiento”. En este sentido, recordar que la actual DWD no incluye ninguna disposición que asegure el acceso al agua potable para cada ciudadano. Actualmente, se estima que en la UE un 4,5% del total de su población no tiene acceso a este bien común y que podría mejorarse en muchas áreas públicas. En este sentido, esta cuestión, también contemplada en esta primera evaluación de la DWD, está totalmente alineada con el sexto objetivo de desarrollo sostenible de la Naciones Unidas: el relativo a garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
La evaluación inicial realizada mediante estudios, informes, la inclusión de opiniones expresadas en distintos foros especializados así distintas consultas públicas (pueden consultarlas en el siguiente enlace), confirmó la importancia de la DWD como herramienta que asegura una buena calidad del agua para su consumo en la UE.
Así, pues, para la revisión de la DWD, se quieren mantener sus principales objetivos que son:
- La prevención de los efectos adversos sobre la salud humana que pudiera afectar cualquier tipo de contaminación en la UE.
- Asegurar que el agua potable que llega en grifo al consumidor es sana y limpia.
- Controlar la calidad del agua potable y, en caso de incumplimiento, restablecer la calidad.
Sin embargo, la evaluación de impacto inicial también demuestra ciertas ineficiencias de la actual DWD como son:
- Los estándares y valores utilizados en la DWD no han sido revisados desde 1998, lo que significa que no incluye determinadas presiones emergentes ni los últimos conocimientos científicos.
- Existe poca planificación preventiva de seguridad o evaluación de riesgos potenciales en la DWD actual, lo que representa una debilidad y un riesgo potencial para la calidad del agua.
- Las disposiciones de la DWD relativas a la definición de los suministros de agua y la disponibilidad de información adecuada y actualizada a los consumidores, resulta demasiado imprecisas y los informes no aprovechan el potencial de las tecnologías de la información para un uso rápido y múltiple de la misma.
- La provisión de la DWD sobre productos y materiales en contacto con el agua potable permite demasiada flexibilidad legal. Esto supone que los Estados miembros utilicen diferentes sistemas de aprobación nacional para dichos productos y materiales, que no se reconocen mutuamente. Por lo tanto, estos productos necesitan pruebas múltiples para obtener la aprobación en varios Estados miembros. Esto crea una carga innecesaria (que tiene un coste para la industria de más de medio billón de euros al año) y se percibe como un obstáculo para el mercado interior.
A continuación, se presentan los objetivos de mejora agrupados bajo las siguientes cuatro temáticas:
- Actualización de la lista y de los límites de los parámetros que contempla la actual DWD.
- La promoción de la evaluación basada en los riesgos y el establecimiento de planes de seguridad de los recursos hídricos para abordar los riesgos de contaminación del agua potable.
- Armonización de los estándares para materiales y productos en contacto con el agua potable.
- Garantizar la información inteligente a los consumidores de agua potable, abordar la necesidad de informes ambientales sólidos y eficaces, promoción de medidas para reducir las fugas minimizando a la par, la carga administrativa asociada.
Además, se quieren definir distintas opciones para mejorar la gestión sostenible y la disponibilidad de agua potable para los habitantes de la UE. En relación a los productos en contacto con el agua potable se debe enlazar con la Regulación de productos de construcción.
Finalmente, apuntar que la revisión de la Directiva tendrá en cuenta los siguientes impactos: impactos sobre la salud, impactos económicos, sociales, ambientales y sobre los derechos fundamentales y sobre la simplificación y/o carga administrativa. Con ello se quiere dar repuesta al mantenimiento y mejora de los principales objetivos de la DWD, a la reducción de los riesgos sobre la salud, a responder a las demandas ciudadanas, a ser más rentable y evitar cargas administrativas innecesarias simplificando el actual marco normativo administrativo.