La UE lanza una Comunicación sobre una guía de informes no financieros de empresas. El objetivo de estos informes es fortalecer la transparencia de las empresas y grandes corporaciones promoviendo la divulgación de información sobre sus políticas, riesgos y resultados respecto a aspectos ambientales, sociales y laborales de su actividad.
Esta Comunicación responde al artículo 2 de la Directiva 2014/95/EU de 22 de octubre de 2014, por la que se modifica la Directiva 2013/34/UE en lo que respecta a la divulgación de información no financiera e información sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y determinados grupos.
Los informes no financieros son de obligado cumplimiento para empresas de más de 500 empleados.
La Comisión ha desarrollado las principales bases metodológicas para que las empresas de cualquier sector económico les puedan ser de ayuda a la hora de realizar sus informes con información no financiera que resulte, a su vez relevante, útil y comparable, si bien el artículo 1 de la Directiva señala que pueden presentarse de otra forma alternativa. Se trata de una guía muy flexible para que pueda adaptarse a cualquier tipo de entorno empresarial.
Las empresas deben responder a distintos aspectos corporativos como son:
- Una breve descripción del modelo de negocio (incluyendo el entorno empresarial, su organización y estructura, los mercados donde están operando, sus objetivos y estrategias y los principales factores y tendencias por las que se pueden ver afectados en un futuro)
- Una descripción de sus políticas y procesos de auditorías (due dilligence) previstos.
- Una descripción de los resultados de estas políticas en el que se explique la relación entre los resultados financieros y los no financieros derivados de la actividad de la empresa.
- Principales riesgos, su administración y mitigación.
- Indicadores clave de rendimiento. (indicadores KPI).
- Aspectos temáticos entre los que se incluyen:
- Los aspectos ambientales.
- Los aspectos laborales y sociales.
- Los derechos humanos.
- Anticorrupción y medidas contra los sobornos.
- Otros como la cadena de suministros, los conflictos minerales.
- Otros marcos de información sobre los que trabaja la empresa. Permite comprender los distintos niveles en qué trabaja, ya sean más específicos o más transversales. Por ejemplo: si tiene ISO, si tiene un EMAS o ha realizado un Informe de Progreso del Pacto Mundial.
- Diversidad del consejo directivo que debe reflejarse en su declaración de gobierno corporativo.
Respecto a los indicadores referidos a medio ambiente, en el informe no financiero se espera que las empresas revelen aspectos relevantes de su impacto actual y potencial sobre el medio ambiente así como de las operaciones que realicen en él. A su vez, deben aclarar qué aspectos ambientales pueden afectar a su desarrollo y desempeño en el presente y en el futuro.
Por lo que la guía invita a que los informes incluyan el siguiente tipo de información ambiental:
- Información sobre prevención y control de la contaminación.
- Impacto ambiental sobre sus usos energéticos.
- Emisiones directas e indirectas en la atmósfera incluyendo las emisiones de efecto invernadero, sustancias tóxicas, Sustancias eutrofizantes y acidificantes, etc.
- Uso y protección de los recursos naturales (como el agua o el suelo) y protección de la biodiversidad.
- Gestión de los residuos.
- Impactos ambientales del transporte o del uso y disposición de productos y servicios.
- Desarrollo de productos y servicios sostenibles.
Las empresas podrán remitirse a la información material proporcionada en el contexto de un requisito específico de información medioambiental que esté directamente vinculado. Para ello podrá acogerse a toda la normativa y reglamentos derivados de las directivas de la UE ligadas al medio ambiente.
Pueden acceder a la Comunicación completa en este enlace.