Esta definición está a la espera de concretarse en un plazo aproximado de 6 meses durante el cual se pondrá a prueba junto con los operadores y reguladores con quienes la autoridad ambiental británica evaluará la eficacia del cumplimiento de los objetivos y agilidad de su aplicación por parte de las empresas y organizaciones implicadas.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales de Medio Ambiente del Reino Unido (DEFRA) ha desarrollado esta definición con el fin de clarificar qué se entiende como un residuo que pueda ser considerado Combustible Sólido Recuperado.
Éste ha sido el resultado:
“Un combustible sólido recuperado (CSR) se compone de desechos residuales sujetos a un contrato con un usuario final para su uso como combustible energético en una instalación de residuos. El contrato debe incluir las especificaciones técnicas del usuario final relativas, como mínimo, al valor calorífico, al contenido de humedad, la forma y la cantidad del CSR.”
La legislación de la Unión Europea no dispone de una definición específica, si bien en su Catálogo de residuos, el Combustible Sólido Recuperado se clasifica con el código 19 12 10 “Residuos combustibles (combustible derivado de residuos)”, y está bajo la descripción de residuos del tratamiento mecánico de residuos (por ejemplo, clasificación, trituración, compactación, peletización) no especificados en otra categoría.
Los objetivos de la DEFRA mediante el establecimiento de esta definición son:
- Regular el sector en el Reino Unido con el fin de que cualquier CSR sea legitimado como tal y tenga un usuario final definido.
- Evitar que los residuos descritos como RDF sean abandonados pudiendo causar problemas ambientales como la lixiviación, después de haber sido almacenados durante largos periodos de tiempo
- Evitar la actividad ilegal de los CSR así como la mala reputación del sector.
- La definición excluye un estándar de tratamiento, ya que entiende que iría en contra de la labor del Departamento de reducir la burocracia.
Esta definición se pondrá a prueba con la industria durante 6 meses para comprobar su eficacia. Durante este plazo se les preguntará a los operadores y reguladores del sector acerca de la operatividad de la definición, si les permite alcanzar los objetivos anteriormente descritos y si la definición les supone costes adicionales u otro tipo de cargas.
La definición y su puesta a prueba ha sido mayoritariamente bien recibida por las empresas del sector. Así, Ray Georgeson de la Resource Association declaró: “Acogemos favorablemente el enfoque adoptado por la EA (Environmental Agency) y la Defra de poner a prueba esta nueva definición, que ha sido diseñado en colaboración con los operadores legítimos de la industria. Se trata pues de una definición práctica, y el proceso de prueba y evaluación parece sensato”.
Por otra parte, el RDF Export Industry Group (Grupo de exportadores de combustibles sólidos recuperados) formado por las industrias AEB Amsterdam, Andusia Recovered Fuels, Attero, Biffa Group, F&R Cawley, EEW Energy from Waste, EFO,FCC Environment, Gemi UK,GMVA (Remondis), New Earth Solutions Group, Seneca Environmental Solutions, Shanks Waste Management SWB Gruppe, Twence y Veolia Environmental Services (UK) junto con la consultoría Eunomia han criticado las restricciones legales elaboradas por la Agencia de Medio Ambiente de Irlanda del Norte (NIEA) en materia de calidad de los CSR sobre las exportaciones ya que, según ellos, no tienen fundamento jurídico.
En 2013 la NIEA impuso una normativa acerca del nivel mínimo de tratamiento necesario en materia de residuos municipales mezclados para que un CSR pueda ser exportable. Esta normativa se justificó en base a las regulaciones europeas en materia de traslado de residuos. Esta misma normativa fue revisada en 2014. Según la NIEA esta normativa se tomó debido a la “variablilidad” en el tratamiento que las distintas instalaciones de gestión de residuos estaban llevando a cabo para producir CSR.
Sin embargo, el Grupo de exportadores de combustibles fósiles recuperados entiende que la normativa responde a una amalgama mal entendida a nivel legal que no tiene fundamento jurídico. Además, los requisitos adicionales del tratamiento de Residuos municipales mezclados encarecen mucho los costes de gestión tanto para las autoridades locales como para los negocios de Irlanda del Norte y pueden llevar a pérdidas de material biogénico valioso del CSR que supone enviarlo a vertederos. Es por ello que dicho grupo ha solicitado que la NIEA reconsidere la legislación.
Pueden acceder al informe del Grupo de Exportadores de exportadores de combustibles fósiles recuperados en este enlace.
Técnicamente, el CSR es un combustible derivado de residuos no peligrosos para su valorización energética mayoritariamente en plantas de incineración y coincineración (hornos industriales, centrales térmicas, plantas de cogeneración, etc.), que cumple con las normas europeas especificadas por el Comité Europeo de Normalización (CEN).
La dificultad de estandarizar los CSR es su alto grado de variedad de componentes así como de las distintas tecnologías en las que puede ser aplicada. Pueden entrar en este enlace del CEN (Comité Europeo de Estandarización) en el que se puede apreciar la alta complejidad que supone este sector.