El estrés hídrico afecta a un tercio del territorio de la UE. Es por ello que la UE investiga qué instrumentos legislativos y financieros podrían ayudar a potenciar la reutilización de las aguas para alentar a un uso más eficaz del agua reduciendo, al mismo tiempo, los impactos ambientales a las que se ve sometida actualmente.
Esta iniciativa trata de responder a varios de los objetivos del 7º Programa de Acción de Medio Ambiente de la UE para el 2020 y que observaba las siguientes dificultades respecto al estado y disponibilidad de agua en los territorios europeos:
- Periodos de escasez de aguas y/o sequías que los países del Sur de Europa sufren claramente, aunque en cuencas del Reino Unido y Alemania, por ejemplo, también empiezan a advertirse dificultades en este sentido.
- La mala gestión del agua ya sea por el regadío poco controlado en el ámbito de la agricultura, como para usos industriales como para el desarrollo urbano.
- La disponibilidad de agua también se reduce por la pobre calidad de las aguas o directamente por su contaminación que además hacen aumentar considerablemente los costes de su suministro. En este sentido se destaca que muchos de los ríos europeos sufren de altos niveles de nitrógeno y fósforo a menudo provenientes de las EDAR.
- Los impactos del cambio climático también indican que los puntos anteriores van a aumentar aún más los impactos negativos sobre este recurso escaso.
- A todo ello hay que añadir que el 60% de las cuencas de los ríos europeos son internacionales por lo que es importante que los países de la UE trabajen para afrontar las barreras técnicas conjuntamente.
En este contexto, la reutilización del agua se contempla como una de las opciones que menos energía consume frente a otras alternativas como son la desalinización o los trasvases entre cuencas y por lo que, a su vez, permitirían bajar los costes de importaciones energéticas.
En este sentido, la reutilización de las aguas sería también un eje más dentro de la economía circular, lo que redundaría en la creación de nuevas oportunidades de negocios de economía verde generando, a su vez, nuevos empleos.
Además, la reutilización del agua podría ayudar a disminuir las cargas contaminantes de los ríos y evitar, de este modo, los riesgos asociados a la eutrofización.
Aunque las tecnologías y soluciones para la reutilización del agua están más desarrolladas en los estados del Sur de Europa como España, Italia o Chipre, sigue siendo limitada respecto al potencial que se podría obtener.
Los estudios previos de la UE que han empujado a lanzar esta iniciativa pueden consultarse en el siguiente enlace y son los que han permitido comprender que las mayores barreras que impiden un mejor desarrollo de la reutilización de las aguas son:
- Baja aceptación pública de la reutilización de las aguas así como de la conciencia de sus beneficios.
- Un negocio con poco atractivo económico.
- Un vacío de los estándares ambientales y sobre la salud dentro de la Unión Europea. Además los 6 países de la UE que han introducido medidas legislativas respecto a la reutilización de las aguas, lo han hecho desde aproximaciones y requerimientos distintos lo que dificulta también una relación de competencia apropiada para el desarrollo del sector y crea distorsiones en el mercado.
- Poca coordinación entre profesionales y organizaciones que diseñan e implementan este tipo de tecnologías
Así pues, al hilo de esta iniciativa se quiere llegar a plantear una aproximación legal harmonizada en la UE que provea claridad, coherencia y un marco de predictibilidad a largo plazo que permita a inversores y a las empresas, incluidas las PYME, competir dentro de la UE en condiciones similares bajo requerimientos coherentes.